Desde jóvenes debemos comenzar a hacernos de hábitos que beneficiaran a nuestra piel a la larga. A partir de los 25 años las mujeres comenzamos a perder estrógeno, hidratación natural y nuestras hormonas comienzan a sufrir muchos cambios que se verán reflejados en nuestro cuerpo y sobre todo, en nuestro rostro.

Si comenzamos a hacernos la rutina de cuidar nuestra piel desde los veinte, podremos ver las recompensas reflejadas en nuestra piel cuando al pasar el tiempo.

Siempre desmaquíllate. No existe excusa alguna para no hacerlo, actualmente existen desmaquillantes en presentación de toalla húmeda, agua micelar e incluso aceite que hacen mucho más sencillo y rápido el remover tu maquillaje.

Hazte de una rutina para desmaquillarte tan estricta que incluso los días que regresas súper tarde de una fiesta no se te olvide. Puede parecerte exagerado, pero no hay nada más dañino para tu piel que el mantenerla asfixiada con maquillaje toda una noche. Este tipo de cosas tu piel las resiente mucho y las células de tu rostro comienzan a envejecer más rápido, provocando a la larga arrugas prematuras.

Es importante que identifiques tu tipo de piel y tomando esto en cuenta elijas una crema hidratante que sea especial para ti. No utilices cualquier tipo de crema o la misma crema que usas en el resto de tu cuerpo, ya que puede ser mucho más pesada y terminará irritando tu piel o la hará sentir muy grasosa.

Si eres de piel grasa lo mejor es que busques una crema de humectación ligera o que sea dermatológicamente especial para tu tipo de piel. Puedes pensar que no necesites utilizar cremas por tu tipo de piel, pero en realidad es esencial que lo hagas, la razón por la cual tu piel crea mayor grasa es por no estar recibiendo la suficiente hidratación, así que tu rostro intenta compensar esto creando un exceso de grasa.

Tenemos que aceptarlo, a partir de los veinte es muy difícil el poder tener largas noches de sueño. Si no es por salidas a fiestas o reuniones, es por una agenda muy apretada de trabajo, escuela y familia. Así que lo queramos o no, a partir de ahora las ojeras son parte de tu rostro.

Esto no significa que no se puedan reducir y mantener al mínimo. Las ojeras se pueden tratar con remedios caseros que puedes poner en práctica cada fin de semana o antes de dormir.

Congela dos bolsas usadas de té verde y utilízalas debajo de tus ojos, esto las relajara y reducirá la pigmentación de las ojeras. Si encuentras mascarillas para los ojos con base de té verde serán tu mejor aliado para reducir el aspecto de las ojeras.

El mejor consejo de belleza para evitar envejecer prematuramente, es también el más sencillo. ¡Bebe mucha agua!, el agua ayuda a deshacerte de toxinas, hidrata tus células, limpia tu rostro y ayuda a tu circulación.